El alcohol puede afectar la capacidad de lograr y mantener una erección, y el consumo crónico puede causar disfunción eréctil.

El alcohol puede afectar el pene de la siguiente manera:
-Disminuye el flujo sanguíneo al pene
-Disminuye la producción de testosterona
-Disminuye la producción de espermatozoides maduros
-Disminuye la calidad seminal
-Disminuye la movilidad de los espermatozoides
-Aumenta la oxidación de la guanilato ciclasa, una proteína implicada en la erección
El alcohol también puede afectar la conducta sexual, ya que: Desinhibe la conducta, Aumenta la impulsividad, Provoca pérdida de autocontrol, Disminuye la capacidad para evaluar riesgos y tomar decisiones.
El consumo de alcohol puede llevar a relaciones sexuales no seguras, como contagio de enfermedades o tener sexo sin estar seguro de ello.