En el universo Trump, donde cada paso suele estar bajo el escrutinio público, cualquier ausencia se convierte en tema de conversación. Esta vez, la gran interrogante gira en torno a Melania Trump y su notable falta de presencia en el reciente baby shower de Tiffany Trump, la hija menor del expresidente Donald Trump. A pesar de que la futura madre celebró con alegría la pronta llegada de su primer hijo, una figura clave en su vida no estuvo presente en ese evento tan especial.
Tiffany, de 31 años, ha llevado una vida más discreta en comparación con sus mediáticos hermanastros Donald Jr., Eric e Ivanka. Graduada en Derecho por la Universidad de Georgetown, ha forjado su camino de forma independiente, lejos del emporio y los focos que suelen rodear a la familia Trump. Su historia ha estado marcada por episodios familiares complejos, como el divorcio de sus padres y su crianza al lado de su madre, Marla Maples, en California, lejos del bullicio de Nueva York.
Aunque Tiffany ha tenido una relación cordial con sus hermanos, su vínculo con su padre ha sido más frío y distante. En varias ocasiones, Donald Trump se ha referido a ella en términos menos entusiastas que al resto de sus hijos. En una entrevista, incluso la mencionó como motivo de orgullo “en menor medida”, argumentando que acababa de terminar sus estudios universitarios. Estas declaraciones han dejado entrever cierta distancia emocional, que con el paso del tiempo se ha ido haciendo más evidente.
En contraste, su relación con Melania Trump parecía tener otra tónica. A lo largo de los años, ambas compartieron momentos públicos y fueron fotografiadas juntas en eventos como el Abierto de Estados Unidos. Por eso, la ausencia de Melania en la celebración del embarazo de Tiffany llamó tanto la atención. Especialmente considerando que Ivanka Trump sí acudió, compartiendo una foto del evento en sus redes sociales y dedicándole un mensaje lleno de cariño: “Tiff, vas a ser una madre maravillosa”.
¿Entonces, por qué no fue Melania? Según fuentes cercanas citadas por la revista People, no existía ningún motivo en particular para que Melania no asistiera. Aparentemente, tiene una “agenda propia, incluso los fines de semana”, y decidió pasar esos días en Nueva York acompañando a su hijo Barron Trump, quien recientemente comenzó sus estudios en la Stern Business School de la Universidad de Nueva York.
Aunque la explicación parece simple, la especulación no se hizo esperar. Algunos interpretaron la ausencia como un signo de distanciamiento familiar, mientras que otros lo ven simplemente como una decisión personal y logística. Lo cierto es que Melania no es una figura que suela actuar bajo presión mediática, y su bajo perfil ha sido una constante incluso durante su etapa como primera dama.
Por su parte, Tiffany Trump continúa construyendo su vida alejada del drama público. Casada con Michael Boulos, heredero de una familia empresarial de origen libanés y nigeriano, la pareja contrajo matrimonio en la residencia Mar-a-Lago en 2022. Ahora, a la espera de su primer hijo, Tiffany compartió con entusiasmo en Instagram: “Un día muy especial celebrando la llegada de nuestro hijo. ¡Solo queda un mes!”
La celebración contó con la presencia de amistades cercanas y familiares, pero no de Donald Trump ni de Melania. Aunque no hubo declaraciones oficiales al respecto, quienes conocen la dinámica interna de la familia aseguran que las relaciones entre algunos miembros siempre han sido más formales que afectuosas.
En medio de este contexto, Tiffany demuestra una vez más que, aunque lleva el apellido Trump, ha preferido mantener un perfil bajo y alejado del ruido político y empresarial que rodea a su familia. Su próximo capítulo como madre se perfila como uno lleno de nuevas prioridades, y tal vez, también de nuevas oportunidades para redefinir los vínculos familiares. Mientras tanto, la ausencia de Melania sigue generando titulares… y muchas preguntas.
