Cómo hacer Romero en Polvo Casero: Guía Fácil y Usos Sorprendentes

¿Te gustaría tener siempre a mano un ingrediente aromático, natural y lleno de beneficios? El romero en polvo es una excelente opción que puedes preparar en casa de forma sencilla y rápida. Ya sea para darle un toque especial a tus platos o para usarlo en infusiones y tratamientos caseros, esta receta te encantará.

Además de su delicioso aroma, el romero es conocido por sus propiedades antioxidantes, digestivas y antiinflamatorias. Convertirlo en polvo te permitirá conservarlo durante meses y disfrutar de sus bondades en cualquier momento. ¡Aquí te contamos cómo hacerlo paso a paso!


Ingredientes y utensilios necesarios

  • Ramitas de romero fresco o seco (preferiblemente fresco)
  • Horno, deshidratador o espacio ventilado para secar
  • Molinillo de café o de especias (o mortero)
  • Recipiente hermético (preferiblemente de vidrio)
  • Cuchillo pequeño (opcional)
  • Colador fino

Preparación paso a paso

Secado del romero fresco

Si usas romero fresco, debes secarlo antes de molerlo:

  • En horno: precalienta a 40-50 °C y hornea las ramitas en bandeja con papel por 1 a 2 horas, girándolas cada 30 minutos.
  • Al aire: ata en manojos y cuelga en un lugar seco y ventilado por 2 o 3 días.
  • Con deshidratador: sigue las instrucciones del equipo.


Retirar las hojas

Una vez seco, separa las hojas de las ramitas.
Puedes hacerlo con los dedos o con ayuda de un cuchillo pequeño. Solo usarás las hojas para el polvo.


Moler el romero

Coloca las hojas secas en un molinillo (o usa un mortero si prefieres lo tradicional).

  • Tritura hasta obtener un polvo fino.
  • Opcional: pasa el polvo por un colador fino para eliminar restos grandes.

Guardar correctamente

Coloca el romero en polvo en un frasco hermético y guárdalo en un lugar fresco, seco y sin luz directa.
Puede conservarse por varios meses sin perder su aroma ni propiedades.


¿Cómo usar el romero en polvo?

En la cocina:
Agrega a carnes, sopas, papas, risottos o salsas. Aporta un aroma intenso y delicioso, ideal como sustituto de hierbas frescas.

En infusiones:
Una cucharadita en agua caliente ayuda con la digestión, estimula la circulación y alivia dolores de cabeza.

 En tratamientos de belleza:
Mezcla con aceite de oliva o agua para hacer mascarillas faciales o usarlo en el cuero cabelludo. También puedes añadirlo al champú.

En aromaterapia:
Úsalo en bolsitas perfumadas para armarios o cajones. Su aroma estimula la concentración y mejora el estado de ánimo.


 Consejos finales

Si quieres mayor cantidad, puedes repetir el proceso y guardar en lotes pequeños.
Añade unas gotas de aceite esencial de romero al polvo si lo usarás para aromaterapia.

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