Los huevos rosas del caracol manzana no son inofensivos. Esta especie invasora destruye cultivos y amenaza la biodiversidad. Aprende a identificarla y qué hacer si la encuentras.

¿Qué son esos racimos rosas que aparecen en muros o plantas?
Si un día encuentras unas bolitas rosa intenso pegadas a una pared, tronco o planta cerca del agua, ¡pon atención! No son decoración ni caramelos: se trata de los huevos del caracol manzana (Pomacea canaliculata), una especie invasora altamente destructiva originaria de Sudamérica.
Este caracol ya ha colonizado ecosistemas de Asia, Norteamérica y Centroamérica, y se reproduce con gran rapidez, poniendo en riesgo la agricultura y el equilibrio natural de muchas regiones.
¿Por qué el caracol manzana es tan peligroso?
La principal amenaza del caracol manzana es su enorme apetito y velocidad reproductiva. Puede consumir grandes cantidades de vegetación acuática y cultivos agrícolas como el arroz. Además, cada racimo de huevos contiene cientos de embriones, y en condiciones favorables, las crías nacen en cuestión de días.
Entre los impactos más graves destacan:
- Destrucción de cultivos: especialmente arrozales, donde ya ha causado grandes pérdidas en países de Asia y América.
- Disminución de la biodiversidad: al devorar plantas nativas y competir con otras especies.
- Alteración del ecosistema: puede cambiar la estructura de los hábitats acuáticos, afectando peces, aves y microorganismos.
¿Cómo reconocer los huevos del caracol manzana?
Los huevos son fáciles de identificar por su color rosa neón y su forma de racimo. Se adhieren a superficies cercanas al agua como tallos de plantas, piedras, muros o incluso estructuras artificiales. Si los ves, no los confundas con huevos de otros animales: son únicos y visibles a simple vista.
¿Qué hacer si encuentras huevos de caracol manzana?
No los ignores. Aunque parecen inofensivos, su presencia representa una amenaza ambiental. Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
- Repórtalos a autoridades ambientales si estás en una zona protegida o agrícola.
- Retíralos con cuidado, usando guantes, y destrúyelos lejos del agua.
- Evita manipular caracoles adultos sin protección, ya que pueden portar parásitos peligrosos para humanos.
Un problema que no debe subestimarse
El avance del caracol manzana es silencioso pero devastador. En algunos países de Asia ha provocado el abandono de cultivos enteros, y en América ya comienza a dejar huella en zonas húmedas y cuerpos de agua dulce.
Prevenir su expansión es tarea de todos. Si los ves en tu jardín, canal, presa o lago, actúa rápido. La naturaleza te lo agradecerá, compa.