Cuando tronar el cuello casi le cuesta la vida: el caso que alerta a la comunidad médica

Josh Hader, de 28 años, sufrió un derrame cerebral tras tronarse el cuello. Un movimiento peligroso que le dejó secuelas permanentes. Conoce los riesgos.

El caso de Josh Hader: una advertencia real

A los 28 años, Josh Hader jamás imaginó que un simple estiramiento del cuello le cambiaría la vida. Mientras intentaba aliviar una molestia y se “tronó” el cuello, una arteria vertebral se rompió. Esto provocó la formación de un coágulo que bloqueó el flujo sanguíneo hacia el cerebro, causándole un derrame cerebral.

Aunque logró sobrevivir, Josh no salió ileso: sufrió secuelas que aún afectan su movilidad y calidad de vida. Su historia, difundida ampliamente por medios de salud, se ha convertido en una advertencia sobre los riesgos de manipular el cuello sin supervisión médica.

¿Por qué tronarse el cuello puede ser peligroso?

Muchas personas tienen el hábito de estirarse el cuello hasta escuchar ese “crack” que parece liberar tensión. Pero lo que pocos saben es que este movimiento puede, en casos extremos, dañar arterias delicadas en la base del cráneo.

Cuando una arteria vertebral se rompe o se lesiona, puede generarse un coágulo que bloquea el flujo de sangre al cerebro. Esto se conoce como un accidente cerebrovascular (ACV) por disección arterial, una causa poco común pero grave, especialmente en personas jóvenes.

Señales de alerta tras tronarse el cuello

Si después de manipular tu cuello sientes alguno de estos síntomas, acude de inmediato a un médico:

  • Dolor de cabeza intenso y repentino
  • Mareo o pérdida del equilibrio
  • Visión doble o borrosa
  • Dificultad para hablar o tragar
  • Debilidad en un lado del cuerpo

No subestimes estas señales: un derrame cerebral requiere atención médica urgente.

Dormir mal, tensión o estrés: causas del dolor cervical

El dolor de cuello suele estar relacionado con estrés, malas posturas, dormir en una posición incómoda o pasar muchas horas frente al computador. En lugar de tronarte el cuello, opta por soluciones más seguras:

  • Aplicar calor o frío local
  • Realizar ejercicios suaves de estiramiento
  • Recibir masajes terapéuticos
  • Consultar a un fisioterapeuta

Conclusión: tu cuello no es un juguete

El caso de Josh Hader nos recuerda que el cuerpo es delicado y no debemos improvisar con nuestra salud. Si experimentas molestias frecuentes en el cuello, busca ayuda profesional. Un diagnóstico a tiempo puede prevenir consecuencias graves.

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