
El creador de contenido, conocido por sus actos de generosidad en las calles, explicó en una entrevista por qué prefiere mantenerse en el anonimato y no mostrar su rostro en redes sociales.
Camilo Cifuentes se ha convertido en una figura viral por su labor social en las calles de Manizales, Medellín y otras zonas del Eje Cafetero. Con apenas 28 años, este joven oriundo de Manizales ha conquistado a miles de internautas con sus videos en los que, con generosidad, compra todos los productos que vendedores ambulantes ofrecen, pagando incluso mucho más de lo que le cobran.
Uno de sus videos más comentados fue cuando le pidió a una vendedora 60 buñuelos, aunque ella solo tenía 58. Aun así, él le pagó un millón de pesos, una suma muy superior al valor real del pedido. Además, le regaló un juego de ollas y, fiel a su estilo, repitió su icónica frase: “Yo afán no tengo”, mientras la joven alistaba su pedido.
@camilocifuentes96 Repartiendo buñuelos en la calle #paratii #foryoupage #videoviral ♬ original sound – Camilo Cifuentes
Los productos que compra no son para él: los reparte entre personas en situación de calle o trabajadores informales que encuentra en su recorrido. Este gesto ha sido aplaudido por muchos, aunque también ha generado curiosidad por un detalle particular: nunca muestra su rostro. En sus grabaciones solo se le ve con gafas, lo que ha llevado a varios seguidores a preguntarse quién está detrás de estos actos solidarios.
Camilo rompió el silencio en una entrevista con el podcast de Telecafé, donde explicó la razón de su anonimato. “Porque el protagonista son las personas. Yo no quiero darme a relucir, no quiero generar fama, no quiero ser el protagonista. Los protagonistas son ellos”, expresó.
Además, señaló que su objetivo no es solo entregar ayuda momentánea, sino también brindar visibilidad a los negocios de los vendedores. “La ayuda no solamente es lo que usted les entrega en ese momento, sino además la publicidad que le está haciendo a la persona. Se está dando a conocer su sitio de trabajo, lo que ofrece a la comunidad”, explicó.
Cifuentes compartió un ejemplo del impacto de su labor: una joven que vendía fresas pasó de comercializar 20 unidades en un fin de semana a más de 300 luego de aparecer en uno de sus videos. “Estos días fui donde ella y había una fila como de 30 personas para comprar fresitas. Y es como ese impacto… que todos nos vaya bien”, agregó.