El dolor en el lado izquierdo del abdomen puede ir desde gases hasta problemas en el bazo o riñón. Conoce sus causas, síntomas de alerta y cuándo acudir al médico.

¿Por qué duele el lado izquierdo del abdomen?
Sentir dolor en el lado izquierdo del abdomen es una molestia común, pero sus causas pueden variar ampliamente. En algunos casos, puede tratarse de un problema leve relacionado con el sistema digestivo, mientras que en otros puede ser señal de una condición médica más seria que requiere atención inmediata.
Causas comunes del dolor abdominal izquierdo
Entre las razones más frecuentes se encuentran los trastornos digestivos. Acumulación de gases, estreñimiento o una simple indigestión pueden generar una presión dolorosa en esta zona. Estos malestares suelen ser pasajeros y se alivian con cambios en la dieta o medicamentos simples.
Otras causas comunes incluyen:
- Síndrome del intestino irritable (SII): provoca dolor abdominal crónico y cambios en el ritmo intestinal.
- Colitis: inflamación del colon que puede causar molestias localizadas en el lado izquierdo.
- Distensión muscular: por esfuerzo físico o movimientos bruscos.
Posibles causas graves que requieren atención
Aunque muchas veces el dolor no representa una amenaza grave, hay situaciones en las que puede indicar un problema más serio. Algunas de estas condiciones incluyen:
- Cálculos renales: causan un dolor agudo y repentino, a menudo acompañado de náuseas o sangre en la orina.
- Infección en los riñones (pielonefritis): se presenta con fiebre, escalofríos y dolor en la parte baja del abdomen o espalda.
- Problemas en el bazo: como una ruptura o inflamación del órgano, que puede ser potencialmente mortal.
- Pancreatitis: cuando el dolor se irradia desde el abdomen superior y va acompañado de vómitos o fiebre, puede deberse a una inflamación del páncreas.
¿Cuándo se debe acudir al médico?
Es fundamental estar atentos a los síntomas que acompañan al dolor. Si experimentas alguno de los siguientes signos, es recomendable buscar atención médica urgente:
- Dolor muy intenso o que no cede con el tiempo
- Fiebre alta
- Vómitos persistentes
- Dificultad para respirar
- Mareos o pérdida del conocimiento
No todos los dolores abdominales son motivo de alarma, pero ignorarlos puede retrasar un diagnóstico importante. Siempre es mejor prevenir y consultar con un profesional de la salud ante cualquier duda.