Aunque muchos creen que los hombres superan una ruptura fácilmente, estudios demuestran que su duelo puede durar años. El dolor emocional masculino es profundo y silencioso.
El mito de que los hombres “superan rápido”
Durante años, se ha perpetuado la creencia de que los hombres olvidan más rápido, que una ruptura amorosa no los afecta tanto y que “siguen adelante” con facilidad. Sin embargo, diversas investigaciones internacionales han demostrado lo contrario: el proceso emocional masculino puede ser igual o incluso más prolongado que el de las mujeres.
En especial cuando se trata de relaciones significativas o extramaritales, el duelo de los hombres puede extenderse entre seis meses y dos años, dependiendo de varios factores como el nivel de apego, el entorno cultural, el apoyo emocional disponible y la forma en que fueron educados para lidiar con sus sentimientos.
Sufrir en silencio: una realidad común en Occidente
En muchas culturas occidentales, los hombres han sido socializados para reprimir sus emociones. Expresar dolor o tristeza es visto, erróneamente, como una señal de debilidad. Por ello, muchos varones optan por guardar silencio y aparentar que todo está bien, cuando en realidad están atravesando una profunda herida emocional.
Esta represión interna puede llevar a que el sufrimiento se prolongue. Lo que socialmente se interpreta como una “superación rápida”, muchas veces no es más que una máscara, una forma de evitar enfrentarse al dolor de forma abierta.
Entre más amor, más largo el duelo
Lo que sí parece ser universal es el vínculo entre la profundidad emocional y la duración del duelo. Entre más significativa fue la relación, más difícil resulta soltarla. El amor no desaparece de un día para otro; requiere tiempo, reflexión y, en muchos casos, reconstrucción personal.
Sanar no es una carrera ni tiene un tiempo establecido. Cada persona vive el duelo a su ritmo y a su manera.
El tiempo: el único remedio real
No existen atajos cuando se trata de superar una pérdida emocional. Aunque se intente llenar el vacío con distracciones o nuevas relaciones, el duelo no resuelto siempre encuentra una forma de manifestarse.
El tiempo sigue siendo el mejor aliado. Con él llega la comprensión, el aprendizaje y, finalmente, la paz.
Conclusión: más empatía, menos estigmas
Es momento de romper con el estereotipo de que los hombres no sienten o que deben sanar en silencio. El dolor emocional masculino es real y merece ser validado. Solo cuando aceptamos que todos —sin importar género— sentimos, sufrimos y sanamos, podemos construir relaciones más sanas y compasivas.
