La glándula tiroides, ubicada en la base del cuello, puede ser pequeña en tamaño, pero su influencia en el cuerpo es profunda. Regula funciones esenciales como el metabolismo, la temperatura corporal, el crecimiento y el equilibrio hormonal. Cuando su funcionamiento se ve alterado, pueden surgir trastornos como el hipotiroidismo (baja producción hormonal) o el hipertiroidismo (producción excesiva), ambos con impactos significativos en la salud física y emocional.

Síntomas más comunes
Hipotiroidismo
Se caracteriza por un metabolismo más lento. Los síntomas incluyen fatiga persistente, aumento de peso sin causa aparente, piel seca, caída del cabello, estreñimiento, depresión y sensibilidad al frío.
Hipertiroidismo
En este caso, el metabolismo se acelera. Puede manifestarse con pérdida de peso rápida, insomnio, ansiedad, palpitaciones, sudoración excesiva y temblores.
Nutrientes esenciales para una tiroides saludable
La nutrición desempeña un papel clave en la salud tiroidea. Algunos nutrientes fundamentales son:
Yodo: Imprescindible para la síntesis de hormonas tiroideas. Se encuentra en algas marinas, pescados y mariscos. Su exceso, sin embargo, puede ser perjudicial en casos de hipertiroidismo.
Selenio: Protege a la glándula del estrés oxidativo. Fuentes recomendadas: nueces de Brasil, atún, semillas de girasol.
Zinc: Ayuda en la conversión de T4 (hormona inactiva) a T3 (forma activa). Está presente en espinacas, semillas de calabaza y lentejas.
Vitamina D: Regula la respuesta inmunitaria, especialmente útil en enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto. Se obtiene de la exposición solar y alimentos como huevos y pescados grasos.
Recetas funcionales
Batido Verde para Hipotiroidismo
Espinacas, aguacate, semillas de lino, espirulina y agua de coco.
Licuar y consumir en ayunas tres veces por semana.
Ensalada de Algas para Hipertiroidismo
Algas wakame, pepino, aguacate, semillas de sésamo, limón y aceite de oliva.
Ideal como cena ligera dos veces por semana.
Estilo de vida y precauciones
Incorporar ejercicio moderado (como yoga o caminatas) y gestión del estrés es fundamental. Evita azúcares refinados, alimentos ultraprocesados y, en algunos casos, gluten (especialmente si hay enfermedad autoinmune). La soja no fermentada puede interferir con la absorción de medicamentos tiroideos, por lo que se recomienda moderar su consumo.

Consulta siempre con un profesional de la salud antes de iniciar suplementos o cambios importantes en tu dieta.