El caso de Valeria Márquez, la joven influencer y emprendedora de tan solo 23 años, continúa generando una profunda conmoción en México. A pocos días de su trágico fallecimiento, sus seres queridos se reunieron en una ceremonia privada para darle el último adiós, en medio de una fuerte presencia policial y un ambiente cargado de dolor y discreción.
La joven, conocida por sus transmisiones en TikTok y su trabajo al frente de un salón de belleza en Zapopan, Jalisco, fue recordada este 14 de mayo en un funeral íntimo. A la despedida asistieron sus familiares más cercanos y amigos, quienes fueron convocados bajo un estricto control de ingreso. El acceso al recinto fue restringido mediante brazaletes azules, entregados previamente a los más allegados, con el fin de resguardar la privacidad y mantener la seguridad del evento.
La ceremonia se realizó en una conocida funeraria de Guadalajara, hasta donde llegaron arreglos florales, coronas blancas y muestras de afecto de quienes compartieron momentos con Valeria durante su vida. Además, un grupo de mariachis se presentó en el lugar para rendir homenaje con música, una tradición muy arraigada en los velorios mexicanos. A su vez, la Policía Estatal se hizo presente en el sitio para garantizar el orden y proteger la intimidad de la familia.
El día siguiente, jueves 15 de mayo, se celebró una misa de cuerpo presente en el templo de San Bernardo, también en Guadalajara. La ceremonia religiosa fue conducida por un sacerdote que, en su mensaje, invitó a los presentes a no perder la fe en que las autoridades lograrán esclarecer lo sucedido y dar con los responsables. Este llamado a la esperanza fue recibido con atención y recogimiento por parte de todos los asistentes.
Durante el servicio, se notó un ambiente solemne y reservado, con rostros marcados por el dolor y el silencio de quienes aún no logran asimilar lo ocurrido. La joven había ganado notoriedad en redes sociales por su carisma, contenido sobre estética y emprendimiento, y por su cercanía con sus seguidores. Su partida, inesperada y abrupta, dejó una profunda huella en el entorno digital y en su comunidad.
A pesar de la viralización del caso en medios y redes, la familia ha optado por mantenerse alejada de las cámaras y los micrófonos, evitando declaraciones públicas. El respeto hacia su dolor ha sido solicitado expresamente, mientras el proceso legal sigue su curso en manos de la Fiscalía del Estado de Jalisco, que investiga el hecho como un posible feminicidio.
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La historia de Valeria Márquez se ha convertido en un símbolo más de los desafíos que enfrentan las mujeres en México, especialmente aquellas que se desempeñan en espacios públicos o tienen visibilidad mediática. La sociedad sigue con atención los avances del caso, mientras miles de usuarios continúan enviando mensajes de apoyo y justicia en sus redes sociales.
Valeria dejó una huella no solo por su imagen en internet, sino también por su espíritu emprendedor y su búsqueda de crecimiento personal. Su comunidad digital, al igual que sus seres queridos, espera que su memoria sea honrada con verdad, justicia y respeto.
